La tierra, donde habitamos lo humanos, se ha despertado con sacudidas de índole diferente pero con consecuencias perniciosas para los humanos que las padecen impotentes ante el desastre que provocan. Por el momento la erupción del volcán en Chile, que yo sepa no ha provocado víctimas mortales ni heridos pero en previsión de los peligros que la erupción de lava y cenizas tenga consecuencias mortales se ha tenido que evacuar a miles de personas, con lo que supone dejar sus hogares y tierras en beneficio de su integridad física. El volcán ha avisado y se han podido tomar medidas preventivas para evitar muertes y heridos aun que se pierdan bienes materiales que son importantes pero que jamás son tan graves que las pérdidas o los heridos que pueda causas un desastre de esta índole. En cambio en Nepal el terremoto, sin previo aviso, ya se ha cobrado más de 2000 muertes y multitud de heridos, además de destrucción, escombros, acabando con elementos fundamentales para la vida como el agua, las viviendas y además monumentos únicos de una cultura milenaria. En este segundo caso, se han movilizado muchas organizaciones sociales de todo tipo, gobiernos del mundo entero, organizaciones políticas como la ONU y la UNESCO entre otras, para paliar, en lo posible, los desastrosos efectos que el terremoto ha causado.
Ha sido tan fuerte que incluso se ha movido la tierra en India, China y Estados que tienen fronteras comunes con Nepal. De inmediato se hace necesaria la ayuda para encontrar supervivientes entre los escombros, recuperar a los fallecidos,identificarlos, darles una sepultura digna, celebrar ceremonias de tipo religioso o laico, evaluar los daños estructurales que ha causado en monumentos significativos y lamentar los que ya no se podrán recuperar jamás. Lo que a mi me hace reflexionar es que si los humanos ante tanta desgracia somos capaces de movilizarnos hasta la extenuación e invertir muchos millones de dólares o euros para paliar tanto sufrimiento y destrucción no somos capaces de convivir en paz con los pueblos de la tierra, antes al contrario lo que hacemos es sembrar destrucción y muerte.
Ha sido tan fuerte que incluso se ha movido la tierra en India, China y Estados que tienen fronteras comunes con Nepal. De inmediato se hace necesaria la ayuda para encontrar supervivientes entre los escombros, recuperar a los fallecidos,identificarlos, darles una sepultura digna, celebrar ceremonias de tipo religioso o laico, evaluar los daños estructurales que ha causado en monumentos significativos y lamentar los que ya no se podrán recuperar jamás. Lo que a mi me hace reflexionar es que si los humanos ante tanta desgracia somos capaces de movilizarnos hasta la extenuación e invertir muchos millones de dólares o euros para paliar tanto sufrimiento y destrucción no somos capaces de convivir en paz con los pueblos de la tierra, antes al contrario lo que hacemos es sembrar destrucción y muerte.