Un año más

2017 ya termina, empezamos una año nuevo que no sabemos lo que nos va a deparar, tenemos que estar tranquilos ya que es imprevisible lo que nos puede ocurrir, no creo en los videntes que se ganan la vida y por lo visto bien "engañando" a la gente o diciéndoles lo que les gusta oír, hasta lo negativo tiene su aliciente ya que  las personas que lo escuchan creen que cuando llegue el momento estarán preparadas para superar la desgracia anunciada. Ya quedan pocos días para que cumpla un año más, de momento me encuentro con fuerzas para seguir con las tareas cotidianas que muchas de ellas giran alrededor de Mª del Carmen y su enfermedad. Poco podemos esperar nosotros del año 2018 ya que lo que es seguro es que la rutina nos acompañará un año más salvo sorpresas que pueden deberse a los altibajos de salud por los que ella va a pasar y los que me pasen a mi. No hay nada de espectativas, nada va a cambiar si no es a peor. No podemos hacer proyectos como hacen muchas personas y familias ya que nosotros estamos atados con las cuerdas del Alzheimer. A mi me espera en junio un viaje a Lezoux con motivo del cumpleaños de Esteban, Mª del Carmen se quedará en Madrid ya que viajar es imposible, cuidada por Mª Eugenia

que se desvive por ella y yo pensaré todos los días que esté en Francia en ella, llamando todos los días con la esperanza que nada extraño ocurra ni a mi ni a ella. Fuera de eso ya no hay más proyectos para los dos, desear que no haya alguna sorpresa negativa y que pasemos el año lo mejor posible, sin demasiados contratiempos para nosotros, las familias y los amigos.